Hay muy pocos lugares en la Tierra donde los seres humanos no hayamos dejado de alguna u otra forma nuestra huella.
Se calcula que un 95% de la superficie terrestre -sin incluir la Antártida, aunque la humanidad también ha dejado su marca ahí- muestra algunos signos de actividad humana.
Según un análisis reciente, alrededor del 16% de esa tierra ha sido fuertemente modificada.
El desarrollo urbano, las obras de ingeniería a gran escala y los proyectos mineros están transformando completamente los paisajes, mientras que la deforestación y la agricultura están alterando ecosistemas enteros. La contaminación producida por el ser humano puede encontrarse en casi todos los rincones de nuestro planeta.
Esta injerencia de los seres humanos en la superficie de la Tierra continuó a buen ritmo durante 2023, para bien y para mal.